Triste y solo el lobo aúlla a la luna.
Entre cinco letras y dos palabras se encuentra,
Entre dos letras y un sentimiento.
Con la fuerza del mar, la brisa y el viento.
Con el poder del sol y la chispa del momento.
Entre delicias de susurros, entre lineas en el cielo, debajo del mar o cerca de mi alma,
Entre delicias de susurros, entre lineas en el cielo, debajo del mar o cerca de mi alma,
¿Alguna vez te apartaras de mis pensamientos?
Linda dama, déjeme aclararme, sin más rimas ni mas prosas, todo al calor del momento,
justo como cuando mire a tus ojos y supe que tenía que alejarme de ti, como halcón que vuela por el cielo me acerque a una jaula... tu mirada.
De un segundo a otro todo quedo claro, aunque libre era, preso estaba, en la más bella de las prisiones, mi amada, tu mirada.
Tu singular sentido del humor, tu belleza, tu gracia, tus ojos, tu alma, cuando estuve cerca comprendí que el amor no es sufrir, el amor es vivir, y vivir da alas, alas para rozar el cielo y tocarlo con un dedo, sin tener que despegar los pies del suelo, es encontrar el lugar más cálido en las palabras de alguien, es consuelo.
El amor no es miedo, el amor es fuego, un fuego que quema pero no consume, que arde y cura, quema y sana.
Sí me hubiesen dicho aquel día por todo lo que pasaríamos, no habría evitado cruzar mi camino contigo, como dos miradas que se encuentran en una habitación solitaria fuimos.
Y del amor se poco, solo lo que entendí a tu lado, que es perderme en tus manos, aún sin haberlas rozado, que dos almas distintas se unen en un mismo tiempo y una vez juntas jamás se separan.
Pero no te confundas, no existe algo llamado desamor, una vez que amas, no puedes dejarlo, no existe una vuelta atrás, se que quizá por mi sufres, pero para bien lo haces.
No diré que te amo, por que ya lo sabes, que de ti he tatuado mi alma, y a mi corazón una marca, para que aunque no lo sepas, entiendas que eres para mi, igual que para la luna es el alba, y para el sol el ocaso, siempre amándote, aunque no se si contigo sea.
Y de la luna te hable, pero nunca te revelé el secreto más tierno de ella, que aunque de día se esconde, de noche te amaba, y del sol, que tu camino guiaba, eras su amada, que las flores son versos y las estrellas almohadas, que nuestros sueños polvo de hadas.
Como un lobo fui, mortal y acechante, que aunque de noche te aullaba... siempre escapaba.
Escapaba de ti, para que no fueras por mi, y esto ahora me destroza, pero tu me levantas, aunque ya no crucemos miradas, ni una sola palabra, mis versos son tuyos, mi bella, mi amada.
Amor tierno, tonto, loco y afanado,
delirio de silabas entre palabras mal afinadas.
Estuche de plata, del tesoro mío, corazón infinito, del amante escondido.
Aunque mi cuerpo se va con el tiempo, y con mi memoria te olvido, siempre quedará una marca en el viento, que me recuerde todo lo que olvido.
Y aunque divague en estas palabras, como podría escribir con la razón, si al amor es eso, una locura, un alarido, un estallido de emociones, de sentimientos, de recuerdos, un arrebato de suspiros.
Y aunque divague en estas palabras, como podría escribir con la razón, si al amor es eso, una locura, un alarido, un estallido de emociones, de sentimientos, de recuerdos, un arrebato de suspiros.
Adán T.
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