13 jun 2014

Terca y tonta.

Terca y tonta soledad, que de olvidarme te olvidas.
No hay gesto más loco que el de esperarte en vida,
y aunque solo y sólo de tanto en tanto y luego un poco
siempre pasas a mi lado para recordarme un poco.

Terca, tonta y testaruda, ¿Quién tan osada como tú?
Que me separas de mi mismo solo para perderme en un eco vacío,
en un mundo en blanco donde solo existimos dos, aunque solo encuentro a uno,
¿De dónde vienes? ¿Qué buscas?

¿Cuántas voces ahogaste ya? ¿Cuántas palabras te llevaste? ¿Cuántos cuartos llenaste?
Dime ya por que te presentas siempre que intento estar lleno de todo, por que te olvido
y no recuerdo hasta que te acercas de nuevo.

Cuando me acuerdo de ti se me apaga la mirada y se me enciende el alma,
Regresas y te ríes, huyo y me persigues.
Y aunque te pierda te encuentro de nuevo cada día, sentada a mi lado
o esperando paciente el momento para irte y luego regresar, cuando crea que por fin estoy solo
y que como un vaso vació puedo llenarme de menos de lo tuyo y más de lo mío,
pero eso nunca pasará, pues tu diversión está en estar al lado del que está lleno de ti.

Y aunque tu voz se extinga en los ecos de mi pensamiento, tus palabras siempre retumbaran en los recovecos de mi alma.

Terca, tonta, amada, ¿Por que de tantos?
¿Habrá tan pocos?
O me haz elegido por que de ellos estás tan llena y vacía de nosotros.
No lo se, pero si te vas, y te espero, y ¿Me encuentro solo?

Adán T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario