Un concierto de miradas,
un espectáculo en serenidad,
lo mejor de cada uno,
oculto en la brevedad de un susurro.
Tus cuerdas se cierran ante mí,
cortando el aire,
y ya me he de acordar de tu mirar,
espontánea seriedad.
De tus miradas,
que me roban la vida,
que me levantan y me tiran,
que me alegran y avivan.
Floritura de la vista,
cuando se cruzan nuestros ojos,
se ensancha el espacio y se juntan los cielos,
se mantiene el tiempo y se pierde un momento.
Espectadores somos,
de lo que las palabras no pueden decir,
con una mirada sabremos de aclarar.
Y ahí estamos,
mirándonos en silencio,
con nuestros sentimientos en concierto,
con una palabra se arruinaría la armonía,
un suspiro y se acaba la tonada,
solo nosotros entendemos el significado de nuestra mirada.
Con un pestañeo acaba el preludio,
continuaremos después con la segunda mirada.
Adán T.
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