Desentendido.

Mi corazón grita a palpitante voz tu nombre,

esa es la canción de todos los días,

las palabras de cada mañana,

y los versos de la alegría.

Y ni entiendo, por que, aunque más late y más lo escucho,

menos me habla y menos lo entiendo.

Adán T.

A priori.

De la misma forma que brillan las estrellas brillan tus ojos,
tal vez por eso me gustaban tus ojos, tu encanto,
pero no eran tus ojos ni tu mirada lo que me encantaba,
era tu alma... la que me gustaba tanto,
salía por tu mirada, pícara y entusiasta.
Sí... fue eso.

Adán T.

Vida.

C- ¿Te puedo preguntar algo?
E- Claro.
C- ¿Cuándo muere la gente?
E- La gente muere cuando su corazón deja de latir, es algo raro, ¿por qué me preguntas eso?
C- No lo sé, es decir, ¿la muerte existe? o sólo la inventamos por que no sabemos ver la vida,
tal vez haya personas allá afuera, que estén muertas, por que han dejado de vivir su propia vida.
E- Es una forma de ver el mundo, tal vez tu y yo, sólo seamos la imaginación de alguien más,
tal vez estos diálogos están formados por alguien y de alguna manera nos volvimos algo más que sólo nosotros.
C- Me ha empezado a doler la cabeza, iré dentro por un vaso con agua.
E- Puedes traerme uno a mi, está platica me dio sed.



N- Y sí sólo somos algo que nunca entenderemos, que es la vida, y que es la muerte, de donde venimos, y cuando dejaremos de ser nosotros mismos, tal vez es muy pronto para esas respuestas, pero algún día alguien despertará de este sueño llamado vida.

Adán T.

Amor.

Tal vez, lo más gracioso, del amor que te tuve, es que lo sigo teniendo,
alguien me hizo cuestionarme de que es el amor,
si alguna vez lo había experimentado, si lo había sentido,
no sé si te ame, o te sigo amando, no tengo muy en claro eso,
sólo sé que cambiaste algo de mí, para bien,
y ahora, a cualquier parte que veo, te recuerdo.

Adán T.

Tempus fugit

En el paso de años, me he preguntado: "¿Qué es la eternidad?"
Llegué a la conclusión de que es un concepto esquivo de esta realidad, nuestra realidad.

De una realidad en la que el tiempo es tan nuestro como nosotros de él,
y que esté se escapa de nuestras manos, aunque nunca estuvo en nuestras manos,
pero siempre estuvimos en las de él.
Y en un intento de mantenernos para siempre, nos cantamos, nos pintamos, y nos escribimos,
esperando quedar en el cielo, como una antigua historia que escuche, decía que; Las estrellas
son sólo el aposento de las almas, que ni el más oscuro e infinito vacío puede apagar.

Y es la verdad, por que aunque el tiempo no sea nuestro, la eternidad lo es,
siempre lo ha sido, en cada risa, en cada recuerdo, en cada canción, mientras
esté en nuestros pensamientos, será eterno, quizá se extienda más allá, quizá duré más que nosotros.
Pero eso es lo divertido de la eternidad, tan evasiva, pero mientras más lejos, también más cerca.

Adán T.

Inmortal.

La inmortalidad la llevamos todos nosotros, en nuestros recuerdos.

Adán T.