18 ago 2014

A priori.

De la misma forma que brillan las estrellas brillan tus ojos,
tal vez por eso me gustaban tus ojos, tu encanto,
pero no eran tus ojos ni tu mirada lo que me encantaba,
era tu alma... la que me gustaba tanto,
salía por tu mirada, pícara y entusiasta.
Sí... fue eso.

Adán T.

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