1 jul 2014

Olvido.

Y cuando me acuerde de ti, será para olvidarte,
como a un secreto que tengo en mente,
no por que no quiera acordarme, sino para guardarte.

Y cuando hable de tu nombre, un beso callará mi boca,
para no nombrarte y dejarte existir en el vació de mis palabras,
para no molestarte y dejarte ser, aunque ya no eres.

Y cuando te sueñe mi almohada te guardará para el día siguiente,
para que de mañana me dejes y de noche regreses.

Cuesta creer que mis palabras te darían tan poco, siendo para mi tanto,
pero ha sido mi culpa, por no mostrarte que te amo.

Pero que te digo, que la piel se me vuelve loca si pienso que estás conmigo,
que siento tu alma al lado mío, que mi corazón late como cantando y tiembla como bailando,
que mis brazos se paralizan al abrazar a la brisa que esconde tu figura,
que no hay otra cosa que ame más que sentirme en tu compañía estando en ausencia.

Se me van las palabras cuando intento mencionarte, se me vuelven nudos en la lengua,
simplemente no salen, por que no sabrán encontrarte, te buscarán y van a regresar,
ya lo han hecho antes, pero en fin, cuando digo que te olvido, nunca hablo de tener que olvidarte.

Hablo de que las circunstancias me han obligado a en silencio recordarte, como un secreto en mi mente y para mí, ni yo debo de saber cuando he de pensarte, y serás el beso que me calle cuando intente nombrarte, y la brisa que me calme cuando quiera abrazarte.

Adán T.

No hay comentarios:

Publicar un comentario